Cuando se realiza un análisis de sangre, junto al resultado obtenido, se adjuntan los valores considerados como normales para cada determinación. Cuando el resultado está fuera de este intervalo se marca con un asterisco. Su presencia no implica que exista algo patológico. El resultado tendrá que ser valorado por el médico teniendo en cuenta las características del paciente: edad, sexo, hábitos tóxicos, antecedentes personales y familiares así como los datos obtenidos de la historia clínica y exploración.
Generalmente se realiza un hemograma que mide la concentración de glóbulos rojos, glóbulos blancos, leucocitos y plaquetas, además de comprobar si las células tienen una forma y estructura normales.
Aparte del hemograma, en un análisis de sangre general también se estudia la llamada rutina bioquímica. Es decir, la concentración de las sustancias químicas disueltas en el plasma sanguíneo. Las principales determinaciones son:
- Glóbulos rojos: Los glóbulos rojos son los encargados de trasladar el oxígeno a todo el organismo a través de la hemoglobina.
- Glóbulos blancos: Son los responsables de la respuesta defensiva del organismo. Pueden presentarse elevados, entre otras causas, por la presencia de un proceso infeccioso, o disminuidos por algunos tratamientos farmacológicos.
- Glucemia: Si el nivel de glucosa en sangre está elevado, por encima de 126 mg/dl en más de dos determinaciones analíticas, nos indicará la existencia de diabetes y si se encuentra entre 110-126 se trataría de una glucemia basal alterada o prediabetes.
- Urea y creatinina: Dan información sobre el estado de la función renal. Su elevación puede indicar que el paciente esté deshidratado o la presencia de una insuficiencia renal.
- Transaminasas, fosfatasas alcalinas y bilirrubina: Son las determinaciones que se utilizan para valorar la función hepática.
- Colesterol y triglicéridos: Su elevación constituye, junto con el tabaco, hipertensión y diabetes, uno de los principales factores predisponentes a sufrir enfermedades cardiovasculares.
Los análisis de sangre incluyen mucha información útil de la salud de una persona y pueden alertar de la presencia de alguna enfermedad. Las principales enfermedades “silenciosas” que se pueden detectar gracias a un análisis de sangre son:
- Anemia: La anemia puede detectarse gracias a un nivel demasiado bajo de glóbulos rojos, un valor que puede ser indicativo de que las células del cuerpo no reciben el oxígeno que necesitan.
- Diabetes: La diabetes puede detectarse gracias al análisis de los niveles de glucosa en sangre, concretamente, cuando los niveles de azúcar se muestran más elevados de lo habitual.
- Enfermedades en el hígado: Las enfermedades del hígado pueden ser origen de serios problemas de salud a corto, medio y largo plazo.
- Cáncer: Los análisis de sangre no pueden detectar el cáncer de forma rotunda, pero sí pueden presentar indicios y avisos de tu cuerpo. De este modo, el hemograma es especialmente útil para prevenir o reaccionar cuanto antes si aparecen valores anormales, pidiendo pruebas complementarias para confirmar.
Realizarse análisis de sangre con determinada frecuencia puede ayudar a prevenir muchas enfermedades que podrían ser letales a largo plazo. Además, tener un control de nuestros diferentes valores en la sangre nos ayuda a tomar mejores decisiones en cuanto a la alimentación y al estilo de vida.
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